Viajar.
Sentir, conocer, aprender.
Crecer.
No siempre son los aviones los que nos llevan a los mejores destinos. En muchas ocasiones el transporte pueden ser las palabras de un libro, o las pinceladas de un cuadro, las notas de un instrumento, una canción, o la mirada de una fotografía. O la simple voz de alguien con quien compartes conversación.
Aunque por supuesto que me gustaría recorrer todo el planeta, y ver más allá de lo que enseñan en la televisión o poder escuchar "en directo" lo que tantas veces intentan retransmitir por otros medios de comunicación.
Muchos ya sabéis que el verano pasado hice un viaje que me marcó bastante. Tuve la oportunidad de ir a Sudamérica. Fue sencillamente genial. Pese a que se me conocía en el pueblo como la española, en ningún momento me sentí turista o extranjera, sino incluso todo lo contrario. La sensación que me produce viajar es casi indescriptible... mejor vivirla en primera persona.
P.D. Importante no olvidar que también se realizan viajes estupendos a través de recuerdos, pero sobre todo sueños.
4 comentarios:
Yo nunca he subido a un avión y, sin embargo, he viajado mucho. Todo a través de la mente, los sueños, los recuerdos...
Estoy exactamente igual que Nigromante. Pero he viajado a través del arte, el arte me ha dado los billetes de ida y vuelta.
Viajar, sí. Yo he tenido la suerte de poder viajar desde pequeñito, tanto imaginariamente como físicamente, y es verdad, donde más aprendes es en un viaje, aunque al principio no te enteras, pero luego te vas dando cuenta a medida que vas creciendo. Los viajes te marcan.
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